La carne de cerdo para la hamburguesa resulta muy suave y jugosa, según el corte que elijas. Como es una carne muy reconocible, muchos cocineros la utilizan para mezclarla con las hamburguesas de carne de vacuno, o aprovechan la grasa del tocino para sofreír la carne allí. ¡Una idea perfecta para conseguir una hamburguesa sabrosa!
Si lo que te apetece es una hamburguesa gourmet de carne de cerdo, te proponemos la presa ibérica, una pieza muy selecta extraída de la cabecera del lomo de cerdo. Con este corte de un cerdo estándar, la carne tendrá un precio más económico.
Otra opción deliciosa, para aquellos amantes de la dieta mediterránea, es usar la carne de cerdos ibéricos criado en Jabugo. ¡Hamburguesa de Jabugo! ¿Suena muy bien verdad?
Otro corte del cerdo que se puede usar es la pata de cerdo, una alternativa muy suculenta, debido a la cantidad de grasa que contiene esta parte del animal.
Si aún te quedan dudas de cual elegir, en definitiva, tienes que saber que una rica hamburguesa tiene que tener una buena selección de carne, debe contener carne magra, pero también una proporción de grasa, que le aporte jugosidad. Si quieres prepararla 100% casera, una buena combinación es la de secreto de cerdo y magra con poca grasa.
En cambio, si prefieres un corte más humilde, disfrutarás mucho preparando el figatell. Esta pequeña hamburguesa, originaria de Valencia y Mallorca, se realiza con el tocino magro y el hígado del cerdo. El figatell se puede considerar el abuelo desconocido de la hamburguesa y es una verdadera joya de nuestra gastronomía.
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