Si buscas una forma diferente y sofisticada de cocinar el cerdo, esta receta te conquistará. La combinación de sabores dulces y ligeramente picantes hace de este plato una experiencia gastronómica única.
Ingredientes (para 2 personas):
- 1 solomillo de cerdo
- 1 boniato grande
- 2 cucharadas de miel
- 2 cucharadas de mostaza Dijon
- 1 cucharada de salsa de soja
- 1 diente de ajo picado
- 1 cucharadita de romero fresco (opcional)
- 1 cucharada de aceite de oliva
- Sal y pimienta al gusto
Preparación:
- Precalentar el horno a 200°C. Este paso asegurará que el solomillo se cocine de manera uniforme y conserve su jugosidad.
- Preparar el puré de boniato: Pelar el boniato y cortarlo en trozos medianos. En una cacerola grande, llevar agua con sal a ebullición y añadir los trozos de boniato. Cocinar a fuego medio durante aproximadamente 15-20 minutos, o hasta que estén completamente tiernos al pincharlos con un tenedor. Escurrir el boniato y colocarlo en un bol. Triturar con un tenedor o batidora de mano hasta obtener un puré suave. Para darle más cremosidad, agregar una pizca de sal y un chorrito de aceite de oliva. También puedes añadir una pequeña cantidad de mantequilla o leche para una textura aún más sedosa.
- Marinar el solomillo: En un bol pequeño, mezclar la miel, la mostaza, la salsa de soja y el ajo picado hasta obtener una salsa homogénea. Secar el solomillo con papel de cocina y salpimentarlo generosamente por todos los lados. Luego, untarlo con la mezcla de miel y mostaza, asegurándose de cubrir toda la superficie. Dejar reposar durante 10-15 minutos para que absorba los sabores.
- Sellar el solomillo: Calentar una sartén grande a fuego medio-alto y añadir una cucharada de aceite de oliva. Cuando el aceite esté caliente, colocar el solomillo en la sartén y sellarlo durante aproximadamente 2-3 minutos por cada lado, hasta que adquiera un color dorado uniforme. Este paso es clave para mantener los jugos dentro de la carne y aportar una textura crujiente en el exterior.
- Hornear el solomillo: Una vez sellado, transferir el solomillo a una bandeja de horno y verter por encima cualquier resto de la marinada. Hornear durante 10-12 minutos, dependiendo del grosor del solomillo y del punto de cocción deseado. Para garantizar una cocción perfecta, se puede utilizar un termómetro de cocina: la temperatura interna ideal es de 62-65°C para un punto jugoso.
- Reposar la carne: Retirar el solomillo del horno y dejarlo reposar durante al menos 5 minutos antes de cortarlo en medallones. Este paso es fundamental para que los jugos se redistribuyan dentro de la carne y se mantenga tierna.
- Montaje del plato: Servir los medallones de solomillo sobre una cama de puré de boniato. Para una presentación más elegante, se puede decorar con un poco de romero fresco y un hilo de la salsa sobrante. También puedes acompañar con una ensalada fresca o unas verduras asadas para completar el plato.
Consejo Gourmet:
Si quieres darle un toque extra de sabor, puedes añadir un chorrito de zumo de naranja a la salsa de miel y mostaza. Esto potenciará los matices cítricos y equilibrará la dulzura de la miel.
Con esta receta, sorprenderás a tu familia o invitados con un plato sofisticado, fácil de hacer y lleno de sabor.
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