Preparar una comida equilibrada y deliciosa no tiene por qué ser complicado. Hoy te traemos una receta que combina lo mejor de tres mundos: carne magra, vegetales frescos y un superalimento como la quinoa. El solomillo de cerdo especiado con hortalizas y quinoa es uno de esos platos que una vez que pruebas, quieres repetir cada semana. Es sabroso, completo, lleno de color y además ¡súper fácil de preparar!
Ingredientes necesarios para preparar este plato lleno de sabor
Vamos al grano: esta receta necesita ingredientes frescos y especias que probablemente ya tengas en casa. No te preocupes si te falta alguno, más abajo te damos ideas para personalizarlo.
Para el solomillo:
- 1 solomillo de cerdo entero (aprox. 500-600 g)
- 1 cucharadita de comino molido
- 1 cucharadita de pimentón dulce o ahumado (según tu gusto)
- 1/2 cucharadita de cúrcuma (opcional, pero da un color increíble)
- 1 cucharadita de ajo en polvo
- 1/2 cucharadita de orégano seco
- Sal y pimienta al gusto
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
Para las hortalizas:
- 2 zanahorias medianas
- 1 calabacín
- 1 pimiento rojo
- 1 cebolla morada
- 1 diente de ajo (opcional)
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- Sal, pimienta y tomillo seco
Para la quinoa:
- 150 g de quinoa (cruda)
- 400 ml de caldo de verduras o agua con sal
- 1 hoja de laurel (opcional)
Extras para servir (opcional):
- Unas gotas de limón o lima
- Yogur natural para acompañar
- Semillas (chía, sésamo, girasol)
- Perejil o cilantro fresco picado
Paso a paso: cómo preparar solomillo de cerdo especiado con hortalizas y quinoa
Aquí es donde sucede la magia. No necesitas técnicas avanzadas de cocina, solo un poco de cariño, atención al punto de cocción, y dejar que los aromas te guíen.
1. Prepara el adobo del solomillo
Primero, vamos a darle sabor a la carne. En un bol pequeño mezcla todas las especias: comino, pimentón, cúrcuma, ajo en polvo, orégano, sal y pimienta. Agrega las dos cucharadas de aceite de oliva y remueve bien hasta formar una especie de pasta.
“Siempre adobo el solomillo la noche anterior con comino, pimentón, ajo en polvo, orégano y un toque de cúrcuma. Lo sello a fuego alto y lo termino al horno con zanahorias, calabacín, cebolla morada y pimientos.”
Coloca el solomillo en un recipiente o bolsa zip y cúbrelo con esta mezcla, masajeando bien para que se impregne por todos lados. Si puedes dejarlo reposar en la nevera 2-3 horas (o toda la noche), mejor. Si no, déjalo al menos 20 minutos fuera de la nevera para que tome temperatura ambiente y coja algo de sabor.
2. Precalienta el horno y prepara las hortalizas
Mientras reposa la carne, enciende el horno a 200ºC (arriba y abajo) y ve preparando las hortalizas. Lava y corta todas en bastones o trozos medianos: zanahoria, calabacín, pimiento y cebolla morada.
Colócalas en una bandeja de horno con papel vegetal. Añade el ajo picado (si lo usas), sal, pimienta, tomillo y un buen chorro de aceite de oliva. Mezcla con las manos o una espátula para que queden bien impregnadas.
Tip: No sobrecargues la bandeja, deja espacio entre los trozos para que se asen y no se cuezan.
3. Marca el solomillo en la sartén
Pon una sartén grande al fuego con un chorrito de aceite. Cuando esté bien caliente, sella el solomillo por todos lados. Solo 2-3 minutos por cada lado, lo justo para que tome color. No buscamos que se cocine del todo, solo dorarlo para potenciar el sabor.
Una vez sellado, colócalo en el centro de la bandeja con las verduras, empujando un poco los vegetales para hacerle espacio.
4. Hornea todo junto
Introduce la bandeja en el horno y hornea a 200ºC durante unos 20-25 minutos. El tiempo puede variar según el grosor del solomillo y tu horno, pero a los 20 minutos puedes abrir y pinchar en el centro: si el jugo sale claro, está listo.
Si te gusta más hecho, déjalo 5 minutos más, pero ten cuidado de no pasarte para que no quede seco.
Mientras todo se hornea, vamos con la quinoa…
5. Cocina la quinoa con sabor
Lava muy bien la quinoa bajo el grifo (si no está prelavada). Esto es importante para eliminar la saponina, una sustancia que le da un sabor amargo.
Pon a hervir el caldo de verduras (o agua con sal) en una olla pequeña. Añade la hoja de laurel si usas, y cuando rompa a hervir, incorpora la quinoa. Baja a fuego medio y cocina unos 15 minutos, hasta que se haya absorbido casi todo el líquido y veas que los granitos se abren (como en espiral).
Retira del fuego y deja reposar tapado 5 minutos. Luego esponja con un tenedor.
“Mientras tanto, cuezo la quinoa en caldo de verduras con laurel para que tenga más sabor. Cuando todo está listo, lo mezclo en el plato como un bowl saludable y sabrosón.”
6. Monta el plato como un bowl o fuente central
Saca la bandeja del horno y deja reposar la carne unos 5 minutos antes de cortarla. Esto ayuda a que los jugos se redistribuyan y no se pierdan al filetearla.
Corta el solomillo en medallones gruesos. En un plato grande o fuente, coloca una base de quinoa, encima las hortalizas asadas y corona con el cerdo fileteado.
Puedes terminar con un toque de limón, una cucharada de yogur natural o unas semillas por encima para darle aún más textura.
Ideas para variar esta receta con otros ingredientes o especias
Lo bonito de esta receta es que se adapta a ti. Si te falta algo o simplemente quieres experimentar, aquí te dejo algunas ideas:
Otras combinaciones de especias:
- Ras el hanout (mezcla marroquí)
- Mostaza en polvo y miel (más dulce)
- Achiote y jugo de naranja (toque latino)
- Curry suave y leche de coco (versión asiática)
Variaciones de vegetales:
- Boniato en lugar de zanahoria
- Berenjena o champiñones
- Brócoli o coliflor al vapor como base vegetal
Alternativas a la quinoa:
- Cuscús integral
- Arroz basmati o salvaje
- Bulgur o trigo sarraceno
¡La clave está en combinar sabores y texturas para que nunca te aburras!
Conclusión: una receta fácil, rica y perfecta para repetir cada semana
Este solomillo de cerdo especiado con hortalizas y quinoa es mucho más que una receta: es una solución deliciosa para cualquier comida de la semana. Se prepara con ingredientes comunes, tiene una presentación de restaurante, y además es tan versátil que puedes adaptarlo mil veces a tus gustos o lo que tengas en casa.
Ya sea que busques comer más sano, variar tu menú o simplemente disfrutar de un plato casero con sabor espectacular, esta receta te lo pone fácil.
Y recuerda: lo importante no es cocinar como un chef, sino cocinar con cariño.
¡A disfrutar!
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